* La variación es el punto de partida: La selección natural opera en la variación existente dentro de una población. Esta variación puede ser en rasgos físicos, comportamientos o incluso composición genética.
* La selección actúa sobre la variación: Cuando surgen presiones ambientales (como los cambios en el clima, las fuentes de alimentos o los depredadores), algunas personas dentro de una población poseerán rasgos que los hacen más adecuados para sobrevivir y reproducirse. Es más probable que estos individuos pasen sus genes a la próxima generación.
* La diversidad aumenta el potencial de adaptación: Una población diversa con una amplia gama de rasgos tiene una mayor posibilidad de tener individuos con rasgos que sean ventajosos en las circunstancias cambiantes. Esto aumenta las posibilidades de que la población se adapte y sobrevive.
Piense en ello así: Imagine a un grupo de personas que intentan sobrevivir una instantánea fría repentina y severa. Si todos tienen el mismo tipo de ropa (ropa delgada de verano), todos harán mucho frío. Pero si hay diversidad en la ropa (algunos tienen abrigos gruesos, algunos tienen bufandas, algunas tienen sombreros cálidos), algunas personas estarán mejor equipadas para sobrevivir al frío. Es más probable que esas personas sobrevivan, reproducen y transmitan sus "buenos" genes para hacer frente al clima frío.
En resumen: La diversidad proporciona la materia prima para que la selección natural trabaje, lo que permite que las poblaciones evolucionen y se adapten a entornos cambiantes.