* Uso de transporte público, ciclismo o caminar en lugar de conducir.
* Apagando las luces y la electrónica cuando no está en uso.
* Instalación de electrodomésticos y bombillas de eficiencia energética.
* Casas de clima para reducir la pérdida de calor.
Al reducir nuestro consumo de energía, podemos disminuir la demanda de combustibles fósiles y otros recursos que se utilizan para generar electricidad. Esto ayuda a conservar estos valiosos recursos y reducir nuestro impacto en el medio ambiente.