Si bien las bacterias (bacterias del reino) también son conocidas por su diversidad y capacidad para prosperar en condiciones duras, las arqueas son específicamente conocidas por sus adaptaciones a entornos extremos. Estos entornos incluyen:
* Temperaturas altas: Los termófilos viven en aguas termales y respiraderos hidrotérmicos.
* Concentraciones de altas sales: Los halófilos prosperan en entornos como el Mar Muerto.
* pH bajo: Los acidófilos pueden sobrevivir en ambientes altamente ácidos como las piscinas de ácidos sulfúricos.
* Alta presión: Los piezófilos se encuentran en trincheras del océano profundo.
Las arqueas se clasificaron inicialmente como bacterias, pero su bioquímica única e historia evolutiva llevaron a su separación a un dominio distinto de la vida.