He aquí por qué la conservación de agua dulce es crítica, incluso con los océanos que nos rodean:
* Disponibilidad limitada de agua dulce: Si bien los océanos contienen aproximadamente el 96.5% de toda el agua de la Tierra, solo el 2.5% es de agua dulce. De eso, la mayoría está encerrado en glaciares y casquetes de hielo, dejando una pequeña fracción fácilmente accesible para los humanos.
* Distribución desigual: El agua dulce no se distribuye de manera uniforme en todo el planeta. Algunas regiones experimentan escasez severa de agua, mientras que otras tienen mucho.
* Demanda creciente: Las poblaciones humanas están aumentando, y con ellas, la demanda de agua dulce para beber, agricultura e industria.
* Contaminación y contaminación: La contaminación de actividades industriales, agricultura y tratamiento de aguas residuales puede contaminar fuentes de agua dulce, haciéndolas inseguras para su uso.
* Cambio climático: El cambio climático está alterando los patrones de precipitación, lo que lleva a sequías e inundaciones más frecuentes, estresando aún más los recursos de agua dulce.
En resumen, aunque existen grandes océanos, el agua dulce del que dependemos es un recurso finito y precioso que necesita una conservación cuidadosa.