1. Vapor de agua (H2O): El vapor de agua es el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera. Naturalmente ocurre a través del ciclo del agua:evaporación, transpiración y precipitación. El vapor de agua atrapa el calor, contribuyendo significativamente al calentamiento natural de la Tierra.
2. dióxido de carbono (CO2): El dióxido de carbono se libera naturalmente a través de procesos como erupciones volcánicas y respiración de plantas y animales. Es un componente clave del ciclo del carbono, y su presencia en la atmósfera siempre ha jugado un papel en la regulación de la temperatura de la Tierra.
Es importante tener en cuenta que si bien estas son fuentes naturales, las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, están aumentando significativamente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que lleva al efecto de invernadero mejorado y al cambio climático.