* impermeabilización: La cutícula actúa como una barrera impermeable, evitando la pérdida excesiva de agua a través de la transpiración, especialmente en condiciones calientes y secas. Esto es vital para la supervivencia de la planta.
* Protección contra los patógenos: La cutícula cerosa proporciona una barrera física contra la entrada de bacterias, hongos y otros patógenos que podrían causar enfermedades.
* Protección UV: La cutícula puede filtrar la radiación ultravioleta dañina (UV) del sol, protegiendo las delicadas células debajo.
* Regulación del intercambio de gases: Si bien es principalmente impermeable, la cutícula tiene pequeñas aberturas llamadas estomas que permiten el intercambio de gases como dióxido de carbono y oxígeno, necesarios para la fotosíntesis y la respiración.
* Regulación de temperatura: La cutícula cerosa ayuda a reflejar la luz solar, evitando que la hoja se sobrecaliente.
En resumen, la cutícula es una capa protectora vital para las hojas, asegurando su salud y supervivencia en un entorno desafiante.