En concreto, el clima ideal para el suelo tiene las siguientes características:
* Temperatura: La temperatura media anual debe estar entre 50 y 60 grados Fahrenheit. Este rango de temperatura permite que el suelo permanezca húmedo y friable, lo que es ideal para el crecimiento de las plantas.
* Precipitaciones: La precipitación media anual debe estar entre 30 y 60 pulgadas. Esta cantidad de lluvia ayuda a mantener el suelo húmedo sin provocar que se encharque.
* Humedad: La humedad media anual debe estar entre el 40 y el 60 por ciento. Este nivel de humedad ayuda a evitar que la tierra se seque demasiado rápido.
* Viento: La velocidad promedio del viento debe ser inferior a 10 millas por hora. Esta velocidad del viento ayuda a evitar que el suelo se erosione.
En general, el mejor clima para el suelo es el que se encuentra en las regiones templadas del mundo. Estas regiones tienen un clima moderado que es ideal para el crecimiento de las plantas y la salud del suelo.