1. Erosión :El agua es un poderoso agente erosivo:puede desgastar y transportar suelo y sedimentos desde la superficie terrestre. La erosión ocurre cuando el agua fluye sobre la tierra, recogiendo y arrastrando partículas sueltas de suelo. Las precipitaciones y la escorrentía pueden causar erosión laminar, donde una capa delgada de suelo es arrastrada uniformemente, mientras que la escorrentía concentrada de arroyos y ríos puede causar erosión en surcos y barrancos, donde se excavan canales profundos en la superficie de la tierra. La erosión es un proceso natural en el que influyen factores como la cantidad e intensidad de las precipitaciones, las características del suelo y la cubierta vegetal. La erosión excesiva puede provocar la degradación del suelo y la pérdida de tierras fértiles.
2. Deposición :La deposición ocurre cuando el agua que fluye pierde energía y comienza a depositar el sedimento que transporta. Esto sucede cuando la velocidad del agua disminuye, a menudo debido a cambios en la pendiente o la rugosidad de la superficie. La deposición puede formar formaciones como deltas, abanicos aluviales y bancos de arena. También puede ocurrir en llanuras aluviales, donde el agua cargada de sedimentos se desborda de los ríos y se extiende por las tierras circundantes durante las inundaciones. La deposición es importante para la construcción de accidentes geográficos, la creación de suelo nuevo y la reposición de nutrientes en el suelo. Sin embargo, la deposición excesiva también puede tener impactos negativos, como la sedimentación de los cursos de agua y daños a la infraestructura.