El estudio, publicado en la revista "Current Biology", encontró que los hablantes de idiomas que tienen una sola palabra para azul y verde eran más rápidos en distinguir entre estos dos colores que los hablantes de idiomas que tienen palabras separadas para azul y verde.
Esto sugiere que la forma en que hablamos sobre el color puede influir en cómo lo percibimos.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Tokio y el Instituto Max Planck de Psicolingüística de los Países Bajos.
Los investigadores reclutaron hablantes de japonés, inglés y ruso para participar en el estudio.
El japonés tiene una sola palabra para azul y verde, mientras que el inglés y el ruso tienen palabras separadas para estos dos colores.
A los participantes se les mostró una serie de manchas de color que variaban en tono del azul al verde.
Se les pidió que indicaran si cada parche era azul o verde lo más rápido posible.
Los investigadores descubrieron que los hablantes de japonés eran significativamente más rápidos a la hora de distinguir entre azul y verde que los hablantes de inglés y ruso.
Esto sugiere que la única palabra de los hablantes de japonés para azul y verde les ayudó a percibir estos colores más rápidamente.
Los investigadores también descubrieron que los hablantes de japonés eran más precisos al distinguir entre azul y verde que los hablantes de inglés y ruso.
Esto sugiere que la única palabra de los hablantes de japonés para azul y verde les ayudó a percibir estos colores con mayor precisión.
El estudio proporciona evidencia de que el idioma que hablamos puede influir en cómo percibimos el color.
Este hallazgo podría tener implicaciones para una variedad de campos, incluidos el arte, el diseño y la educación.