La ola de calor marina del Pacífico de 2014-2016 fue una de las olas de calor marinas más fuertes y duraderas registradas. La ola de calor causó daños generalizados a los bosques de algas a lo largo de la costa del Pacífico de América del Norte, y algunos bosques de algas perdieron hasta el 90% de su biomasa.
Un nuevo estudio ha revelado cómo algunos bosques de algas persistieron durante la ola de calor marina. El estudio, publicado en la revista Nature Ecology &Evolution, encontró que los bosques de algas marinas que estaban ubicados en áreas con fuertes corrientes ascendentes tenían más probabilidades de sobrevivir a la ola de calor.
Las corrientes ascendentes traen agua fría y rica en nutrientes desde las profundidades del océano a la superficie. Esta agua fría ayuda a mantener frescos los bosques de algas y les proporciona los nutrientes que necesitan para crecer.
Los hallazgos del estudio sugieren que las corrientes ascendentes pueden proporcionar un refugio para los bosques de algas marinas durante las olas de calor marinas. Esta información podría utilizarse para ayudar a los administradores a proteger los bosques de algas marinas de los impactos del cambio climático.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, la Universidad de California en Los Ángeles y el Centro Smithsonian de Investigación Ambiental.