\* Velocidad reducida :En general, la gente tiende a conducir más despacio bajo la lluvia. Los estudios han demostrado que la velocidad media puede reducirse hasta entre un 20 y un 30 % cuando llueve.
\* Distancia de frenado aumentada :Las carreteras mojadas pueden dificultar el agarre de los neumáticos, lo que provoca distancias de frenado más largas. Las investigaciones sugieren que la distancia de frenado puede aumentar hasta 4 veces en carreteras mojadas en comparación con carreteras secas.
\* Visibilidad reducida :El agua de lluvia en el parabrisas puede reducir la visibilidad, lo que dificulta que los conductores vean los peligros de la carretera, los peatones y otros vehículos. Esta visibilidad reducida puede aumentar el riesgo de accidentes.
\* Aumento del seguimiento cercano :En algunos casos, los conductores pueden seguir más cerca de otros vehículos bajo la lluvia como una forma de mejorar su visibilidad. Esto puede aumentar el riesgo de colisiones por alcance.
\* Hidroplaneo :Cuando el agua se acumula en la carretera, puede crear una capa de agua entre los neumáticos y la superficie de la carretera. Esto puede hacer que los neumáticos pierdan contacto con la carretera, provocando hidroplaneo. El hidroplaneo puede provocar la pérdida de control y un mayor riesgo de accidentes.
En general, estos estudios sugieren que las personas conducen de manera diferente bajo la lluvia, y que comportamientos como la reducción de la velocidad, el aumento de la distancia de frenado y la disminución de la visibilidad contribuyen a que la lluvia sea una condición de conducción más peligrosa.