Uno de los factores más importantes a la hora de determinar cómo percibimos el riesgo es nuestra propia experiencia personal. Si hemos tenido una experiencia negativa con algo en el pasado, es más probable que lo percibamos como riesgoso en el futuro. Por ejemplo, es más probable que alguien que haya sufrido un accidente automovilístico evite conducir en determinadas condiciones o incluso por completo.
Otro factor importante es nuestro conocimiento sobre algo. Cuanto más sabemos sobre algo, menos riesgoso parece. Por ejemplo, alguien que está bien informado sobre los riesgos de volar puede tener menos probabilidades de tener miedo de volar que alguien que no está tan bien informado.
Nuestras emociones también pueden influir en cómo percibimos el riesgo. Si nos sentimos ansiosos o estresados, es más probable que percibamos que las cosas son más riesgosas de lo que realmente son. Por ejemplo, alguien que se siente ansioso por su trabajo puede tener más probabilidades de tener miedo de hablar en público o de situaciones sociales.
Finalmente, nuestras normas sociales también pueden influir en nuestra percepción del riesgo. Si las personas que nos rodean creen que algo es riesgoso, es más probable que nosotros mismos lo creamos. Por ejemplo, un niño que crece en una familia donde fumar se considera peligroso puede tener más probabilidades de evitar fumar que un niño que crece en una familia donde fumar no se considera un gran problema.
Comprender cómo percibimos el riesgo puede ayudarnos a tomar mejores decisiones y evitar peligros potenciales. Al ser conscientes de los factores que influyen en nuestras percepciones, podemos tomar medidas para mitigar los efectos de estos factores y tomar decisiones más informadas.
A continuación se ofrecen algunos consejos para tomar mejores decisiones sobre el riesgo:
* Sé consciente de tus propias experiencias personales. Si has tenido una experiencia negativa con algo en el pasado, recuerda que esto no significa necesariamente que volverá a suceder lo mismo.
* Infórmese sobre los riesgos. Cuanto más sabes sobre algo, menos riesgoso parece.
* Sé consciente de tus emociones. Si se siente ansioso o estresado, intente tomarse un tiempo para relajarse y calmarse antes de tomar cualquier decisión.
* Habla con otras personas sobre sus experiencias. Esto puede ayudarle a obtener una perspectiva diferente sobre los riesgos involucrados y tomar una decisión más informada.
* No tengas miedo de pedir ayuda. Si tiene dificultades para tomar una decisión sobre el riesgo, no tema hablar con un amigo, familiar o profesional de confianza.