Cuando un árbol cae, varios procesos influenciados por el cambio climático aún pueden afectar el medio ambiente:
- Descomposición: A medida que el árbol caído se descompone, libera dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Estos gases contribuyen al efecto invernadero, provocando el calentamiento global.
- Ciclo del Carbono: El árbol caído altera el ciclo del carbono al dejar un hueco en la cubierta forestal. Con menos árboles para absorber CO2, aumenta la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
- Alteración del hábitat: El árbol caído cambia el hábitat del bosque local, afectando potencialmente la supervivencia de plantas, animales y microorganismos cercanos. Los cambios en la biodiversidad pueden tener impactos en cascada en el ecosistema y contribuir a la vulnerabilidad al cambio climático.
- Ciclo de nutrientes: El proceso de descomposición libera nutrientes en el suelo, lo que influye en el crecimiento y la salud de la vegetación restante. La alteración de la dinámica de los nutrientes afecta el funcionamiento de los ecosistemas y el equilibrio general del ecosistema forestal.
- Microclima: El árbol caído puede influir en las condiciones microclimáticas locales al crear huecos en la copa de los árboles. Esto puede provocar cambios de temperatura, humedad y luz solar que llegan al suelo del bosque, afectando potencialmente a las comunidades de plantas y animales de la zona.
En conjunto, estos procesos contribuyen al cambio climático y resaltan la interconexión de los ecosistemas, incluso en ausencia de observación humana directa.