Los investigadores encontraron que la abundancia de diferentes tipos de foraminíferos en los núcleos de sedimentos variaba con los cambios en la temperatura de la superficie del mar y la capa de hielo marino a lo largo del tiempo. Se cree que estos cambios están relacionados con variaciones naturales en el clima de la Tierra, como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO) y la Oscilación Decenal del Pacífico (PDO).
La abundancia de determinadas especies de foraminíferos está relacionada con la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono en el océano. Al medir los niveles de isótopos en estos organismos, podemos obtener pistas sobre las condiciones atmosféricas y el clima del pasado.
Los investigadores dicen que sus hallazgos sugieren que los foraminíferos podrían usarse como una herramienta para reconstruir las condiciones climáticas pasadas, y que esto podría ayudarnos a comprender mejor cómo es probable que cambie el clima en el futuro.
Estos hallazgos son prometedores porque proporcionan una forma de estudiar los cambios climáticos a largo plazo y sus posibles impactos en los ecosistemas. Al estudiar el registro fósil de estas diminutas criaturas, los científicos pueden obtener información sobre cómo ha cambiado el clima de la Tierra con el tiempo y cómo puede cambiar en el futuro.