- Polarización política :El cambio climático se ha politizado cada vez más en los Estados Unidos:el Partido Republicano generalmente se opone a las medidas para abordarlo y el Partido Demócrata las apoya. Esta polarización ha provocado una ruptura en el discurso civil sobre el tema y ha dificultado encontrar puntos en común.
- Preocupaciones económicas :A algunos estadounidenses les preocupa que tomar medidas para abordar el cambio climático perjudique a la economía. Creen que las regulaciones impuestas a las empresas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provocarán pérdidas de empleo y precios más altos.
- Escepticismo ante la ciencia :Una pequeña pero ruidosa minoría de estadounidenses se muestra escéptica respecto del consenso científico sobre el cambio climático. Argumentan que la evidencia del cambio climático no es concluyente o que los efectos del cambio climático son exagerados.
- Creencias culturales y religiosas :Algunos estadounidenses creen que el cambio climático es un fenómeno natural y que los humanos no deberían interferir con la naturaleza. Otros creen que el cambio climático es un castigo de Dios por los pecados humanos.
- Falta de conciencia :Muchos estadounidenses simplemente desconocen el consenso científico sobre el cambio climático o los posibles impactos del cambio climático en sus vidas. Esta falta de conciencia hace que sea difícil involucrarlos en una discusión significativa sobre el tema.
Es importante señalar que no todos los estadounidenses se oponen a tomar medidas sobre el cambio climático. De hecho, una mayoría cada vez mayor de estadounidenses cree que el cambio climático es un problema grave y que el gobierno debería tomar medidas para abordarlo. Sin embargo, los factores discutidos anteriormente han dificultado la creación de un consenso sobre cómo abordar el cambio climático y han contribuido a la "alergia" estadounidense al calentamiento global.