La hipótesis del mundo del ARN propone que la vida comenzó con moléculas de ARN autorreplicantes, que precedieron a la evolución del ADN y las proteínas. Los respiraderos hidrotermales en el fondo del océano se consideran un entorno potencial para el surgimiento de vida primitiva debido a sus altas temperaturas, presencia de minerales y disponibilidad de energía química.
Sin embargo, la cuestión fundamental de cómo se formaron y organizaron estas moléculas autorreplicantes iniciales en sistemas biológicos complejos sigue siendo un tema de intensa investigación científica. Se siguen realizando investigaciones en campos como la bioquímica, la biología molecular y la astrobiología para explorar diversas teorías, realizar experimentos y reunir pruebas que arrojen luz sobre esta cuestión fundamental.