En el contexto de la ayuda en casos de desastres naturales, la distancia psicológica puede tener un impacto significativo en las donaciones. Las investigaciones han demostrado que es más probable que las personas hagan donaciones para desastres que perciben como más cercanos a ellos, tanto física como psicológicamente. Esto se debe a que sienten una mayor sensación de conexión con las víctimas y es más probable que sientan empatía por su sufrimiento.
Por ejemplo, un estudio realizado después del terremoto de Haití de 2010 encontró que las personas que vivían más cerca de Haití tenían más probabilidades de donar que las que vivían más lejos. De manera similar, un estudio realizado después del terremoto y tsunami de Japón de 2011 encontró que las personas que habían visitado Japón o tenían amigos o familiares japoneses tenían más probabilidades de donar que aquellos que no lo hicieron.
Además de la distancia física, las diferencias culturales también pueden afectar la distancia psicológica. Por ejemplo, las personas de culturas que enfatizan el colectivismo (es decir, la importancia del grupo) tienen más probabilidades de donar para desastres que afectan a personas de su propia cultura que aquellos que afectan a personas de otras culturas.
Las experiencias personales también pueden afectar la distancia psicológica. Por ejemplo, las personas que han sido afectadas personalmente por un desastre natural tienen más probabilidades de donar para desastres similares al que experimentaron.
¿Cómo se puede reducir la distancia psicológica para fomentar las donaciones?
Hay una serie de cosas que se pueden hacer para reducir la distancia psicológica y fomentar las donaciones para ayudar en casos de desastres naturales. Estos incluyen:
* Proporcionar información vívida sobre el desastre. Esto puede ayudar a las personas a visualizar el sufrimiento y la destrucción, y a sentir una mayor sensación de conexión con las víctimas.
* Enfatizando las similitudes entre las víctimas y los donantes. Esto puede ayudar a las personas a identificarse con las víctimas y a sentir más compasión por ellas.
* Usar las redes sociales y otras plataformas en línea para compartir historias e imágenes del desastre. Esto puede ayudar a crear conciencia sobre el desastre y llegar a una audiencia más amplia de posibles donantes.
* Animar a las personas a donar a organizaciones locales. Esto puede ayudar a garantizar que las donaciones lleguen directamente a las personas que más las necesitan.
Al reducir la distancia psicológica, es posible alentar a más personas a donar para ayudar en casos de desastres naturales y ayudar a quienes se han visto afectados.