Aísle su hogar: Instalar aislamiento en las paredes, el ático y los pisos puede ayudar a mantener el calor durante el invierno y el aire fresco durante el verano, reduciendo los costos de calefacción y refrigeración. Aislar su hogar puede ser tan simple como agregar masilla alrededor de las ventanas y puertas y cubrir los pisos con alfombras. También puedes comprar mantas o rollos aislantes en tu ferretería local.
Mallafa y burlete: Sellar los espacios alrededor de ventanas, puertas y otras grietas de su hogar puede ayudar a reducir las corrientes de aire, lo que puede ahorrarle dinero en costos de calefacción y refrigeración. La masilla y los burletes son materiales económicos que los propietarios pueden aplicar fácilmente.
Reemplace sus bombillas viejas: Reemplazar tus viejas bombillas incandescentes por bombillas LED puede ahorrarte dinero en tu factura de electricidad. Las bombillas LED consumen hasta un 80% menos de energía que las bombillas incandescentes y duran mucho más.
Desconecta los electrodomésticos cuando no los estés utilizando: Muchos electrodomésticos siguen consumiendo energía incluso cuando están apagados. Para ahorrar dinero, desenchufe los electrodomésticos cuando no los esté usando. Esto incluye todo, desde su televisor hasta su cafetera.
Lava tu ropa en agua fría: Lavar tu ropa con agua fría puede ahorrarte una importante cantidad de dinero en tu factura energética. El agua fría utiliza menos energía que el agua caliente y también puede ayudar a prolongar la vida útil de tu ropa.
Haz abono con tus restos de comida: Hacer abono con los restos de comida puede ayudar a reducir la cantidad de desechos que envía al vertedero. El compostaje también crea un fertilizante natural que puedes utilizar para mejorar tu suelo.