- Bosques densos de árboles tolerantes a la sal que prosperan en las zonas intermareales costeras.
- Rompeolas naturales que disipan la energía de las olas, reduciendo la erosión y las marejadas.
- Proporcionar hábitats para diversa vida marina, actuando como viveros de peces y crustáceos.
- Secuestrar carbono y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático.
Arrecifes de coral:
- Ecosistemas submarinos compuestos por estructuras de carbonato cálcico producidas por diminutos organismos marinos llamados corales.
- Funcionar como barreras naturales contra olas, tormentas y erosión costera.
- Apoyar la rica biodiversidad, proporcionando alimento y refugio a diversas especies marinas.
- Sensible a los cambios ambientales, incluida la temperatura del agua y la contaminación, que requieren esfuerzos de conservación.
Arrecifes de ostras:
- Compuesto por colonias de ostras, bivalvos filtradores que viven en aguas costeras poco profundas.
- Actuar como rompeolas naturales, reduciendo la energía de las olas y protegiendo las costas de la erosión.
- Mejorar la calidad del agua filtrando contaminantes y sedimentos.
- Proporcionar hábitats y fuentes de alimento para numerosos organismos marinos.
Marismas:
- Humedales costeros caracterizados por plantas tolerantes a la sal como cordgrass y pickleweed.
- Eficaz para atrapar sedimentos y frenar la acción del oleaje, previniendo la erosión.
- Filtrar contaminantes y exceso de nutrientes de la escorrentía, contribuyendo a la calidad del agua.
- Hábitats importantes para diversas especies de aves, peces e invertebrados.
Praderas de posidonia:
- Praderas submarinas formadas por plantas con flores que prosperan en aguas costeras poco profundas.
- Ayudar a estabilizar el fondo marino y reducir la erosión atrapando sedimentos y atenuando la energía de las olas.
- Proporcionar alimento y refugio a diversas criaturas marinas, incluidas tortugas marinas, manatíes y peces.
- Contribuir a la producción de oxígeno y al secuestro de carbono, ayudando en la regulación climática.
Las estructuras vivas ofrecen métodos sostenibles y ecológicos para proteger las costas. Al preservar y mejorar estos sistemas naturales, podemos mitigar los impactos de la erosión costera, las tormentas y el cambio climático, manteniendo al mismo tiempo la biodiversidad marina y la salud de los ecosistemas.