La respuesta a esta pregunta no es del todo sencilla. Si bien es indudable que el cambio climático está afectando los patrones climáticos, es difícil decir definitivamente si un fenómeno climático extremo es resultado directo del cambio climático. Sin embargo, hay evidencia que sugiere que el cambio climático está haciendo que los eventos de frío extremo sean más probables.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Nature Geoscience en 2020 encontró que la frecuencia y la intensidad de las olas de frío en el hemisferio norte han aumentado desde la década de 1970. El estudio encontró que este aumento probablemente se deba a una combinación de factores, incluido el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero y los cambios en la circulación atmosférica.
Otro estudio, publicado en la revista Geophysical Research Letters en 2019, encontró que el cambio climático inducido por el hombre ha aumentado la probabilidad de eventos de frío extremo en los Estados Unidos en un factor de cuatro. El estudio encontró que este aumento es particularmente pronunciado en las regiones del Medio Oeste y Noreste del país.
Estos estudios sugieren que el cambio climático está haciendo que los eventos de frío extremo sean más comunes e intensos. Sin embargo, es importante señalar que estos estudios no prueban que el cambio climático sea la única causa de un fenómeno meteorológico extremo. Hay muchos otros factores que pueden contribuir al clima extremo, como la variabilidad climática natural.
En conclusión, la evidencia sugiere que el cambio climático está haciendo que los eventos de frío extremo sean más probables. Sin embargo, es importante recordar que estos eventos también están influenciados por otros factores, y es difícil decir definitivamente si un evento en particular es resultado directo del cambio climático.