• Apego emocional: Los residentes de clase media pueden tener un fuerte vínculo emocional con sus hogares y comunidades, lo que puede motivarlos a quedarse incluso después de un desastre natural. Es posible que hayan vivido en sus hogares durante muchos años y hayan criado a sus familias allí, creando fuertes vínculos emocionales con el lugar.
• Familiaridad: Los residentes de clase media también pueden sentirse más cómodos y familiarizados con su situación de vida actual. Es posible que estén familiarizados con el vecindario, la gente y las comodidades, lo que les dificulta imaginar mudarse a una nueva área.
• Desafíos financieros: Mudarse después de un desastre natural puede resultar costoso, especialmente para los residentes de clase media que tal vez no tengan los recursos financieros para comprar una nueva casa o alquilar un apartamento nuevo. Esto puede dificultarles la reubicación, incluso si así lo desean.
• Tiempo y esfuerzo involucrados: Mudarse también puede ser un proceso que requiere mucho tiempo y esfuerzo, lo que puede disuadir a los residentes de clase media de mudarse. Es posible que necesiten encontrar un nuevo hogar, empacar sus pertenencias y organizar el transporte, lo que puede resultar abrumador.
• Posible alteración de la vida diaria: Mudarse también puede alterar las rutinas diarias, como el trabajo, la escuela y las actividades sociales, lo que puede dificultar que los residentes de clase media se adapten a una nueva situación de vida.
• Opciones de alojamiento limitadas: Dependiendo de la gravedad de la inundación y la disponibilidad de viviendas en el área, los residentes de clase media pueden tener opciones limitadas de reubicación que satisfagan sus necesidades y presupuesto. Esto puede hacer que les resulte difícil encontrar un nuevo lugar adecuado para vivir.
• Falta de apoyo gubernamental: Es posible que los residentes de clase media no tengan acceso al mismo nivel de apoyo gubernamental que los residentes de bajos ingresos, lo que puede hacer que les resulte más difícil costear una vivienda después de un desastre natural. Esto puede limitar aún más sus opciones y disuadirlos de mudarse.
Todos estos factores pueden contribuir a la decisión de los residentes de clase media de quedarse donde están después de que las inundaciones retrocedan, incluso si sus casas han sido dañadas o destruidas.