1. Monogamia en Indris :Los lémures Indri forman parejas monógamas de larga duración que duran toda la vida. Estas parejas comparten vocalizaciones, defienden juntos su territorio y se cuidan y cuidan mutuamente. El fuerte vínculo social entre las parejas indri asegura la supervivencia de su descendencia y contribuye a su asociación exclusiva.
2. Poliginandria en lémures de cola anillada :Los lémures de cola anillada mantienen relaciones poliginándricas, donde machos y hembras se aparean con múltiples parejas dentro de un grupo. Esta estrategia permite un alto nivel de diversidad genética dentro del grupo y garantiza el éxito reproductivo tanto para machos como para hembras.
3. Poliginia en Sifakas :Los sifakas suelen formar grupos poligínicos donde un macho dominante se aparea con varias hembras. El macho establece y defiende un territorio, mientras que las hembras compiten por el acceso a los recursos y la protección del macho. Este sistema promueve una intensa competencia entre hombres y garantiza que los machos más aptos transmitan sus genes.
4. Dominancia femenina en Propithecus :Los lémures Propithecus, como el aye-aye, muestran dominio femenino en su estructura social. Las hembras lideran grupos y compiten agresivamente por el dominio. En este escenario, los machos tienen un control limitado sobre las oportunidades de apareamiento y deben negociar el acceso a las hembras.
5. Monogamia social en lémures marrones :Los lémures marrones viven en grupos sociales estables y cohesionados con niveles relativamente bajos de agresión. Si bien se aparean principalmente con una sola pareja, también ocurren copulaciones fuera de la pareja y desviaciones ocasionales de la monogamia. Esta estrategia de apareamiento flexible equilibra la cooperación dentro del grupo al tiempo que permite cierta diversidad genética.
6. Patrones de dispersión :Las especies de lémures también difieren en sus patrones de dispersión, lo que influye en sus comportamientos de apareamiento. Algunas especies exhiben dispersión femenina, donde las hembras abandonan su grupo natal para unirse a uno nuevo, mientras que otras practican la dispersión masculina. Estas variaciones afectan la elección de pareja, la disponibilidad de pareja y el nivel de competencia dentro de los grupos.
Las diversas estrategias de apareamiento observadas en los lémures subrayan la complejidad y flexibilidad de sus comportamientos sociales. Mientras que algunas especies forman parejas monógamas, otras practican la poliginandria, la poligamia o la dominancia femenina. Estos sistemas sociales contrastantes demuestran que no existe una fórmula única para un amor duradero, y los lémures han desarrollado diversas formas de garantizar el éxito reproductivo y mantener estructuras sociales estables.