El cambio climático es una de las amenazas más importantes para las ranas arbóreas, ya que puede hacer que sus hábitats se vuelvan demasiado calientes o secos, o cambiar el momento de su suministro de alimentos. Por ejemplo, muchas ranas arborícolas dependen de los insectos para alimentarse, y si los ciclos de vida de los insectos se ven interrumpidos debido al cambio climático, es posible que las ranas no tengan suficiente para comer. El cambio climático también puede hacer que las ranas arborícolas se vuelvan más vulnerables a las enfermedades, ya que su sistema inmunológico puede verse debilitado por el estrés de vivir en un entorno cambiante.
Especies invasoras:
Las especies invasoras también pueden representar una grave amenaza para las ranas arborícolas. Las especies invasoras son especies no nativas que se han introducido en un área y se han convertido en una amenaza para las especies nativas. Por ejemplo, el sapo de caña es una especie invasora que se ha introducido en muchas partes del mundo y ha provocado importantes disminuciones en las poblaciones de ranas arborícolas. Los sapos de caña son tóxicos para las ranas arborícolas y también compiten con ellas por alimento y hábitat.
Los efectos combinados del cambio climático y las especies invasoras:
El cambio climático y las especies invasoras pueden tener efectos aún más devastadores en las ranas arbóreas cuando ocurren juntos. Por ejemplo, el cambio climático puede hacer que las ranas arborícolas sean más vulnerables a los efectos negativos de las especies invasoras, y las especies invasoras pueden dificultar que las ranas arbóreas se adapten al cambio climático.
La combinación de cambio climático y especies invasoras es una grave amenaza para las ranas arbóreas y es probable que tenga un impacto significativo en sus poblaciones en el futuro.