1. Ventaja de la altura:Los árboles tienen una forma de crecimiento vertical que les permite alcanzar mayores alturas que los arbustos. Al llegar más alto, los árboles pueden acceder a más luz solar, que es esencial para la fotosíntesis y el crecimiento. Esta capacidad otorga a los árboles una ventaja competitiva a la hora de capturar energía luminosa.
2. Sistemas de raíces:los árboles suelen tener sistemas de raíces extensos y profundos en comparación con los arbustos. Estos sistemas de raíces bien desarrollados permiten a los árboles acceder al agua y a los nutrientes desde capas más profundas del suelo, lo que los hace más resilientes durante períodos de sequía o limitación de nutrientes. Los arbustos, con sus sistemas de raíces menos profundos, pueden enfrentar una mayor competencia por los recursos en las capas superiores del suelo.
3. Tolerancia a la sombra:Muchas especies de árboles han desarrollado adaptaciones tolerantes a la sombra, lo que les permite prosperar bajo el dosel de otros árboles o en ambientes parcialmente sombreados. Los arbustos, por otro lado, a menudo requieren más luz solar directa para crecer y pueden tener dificultades en condiciones de sombra. Esta ventaja de tolerancia a la sombra permite que los árboles persistan y crezcan incluso cuando otros árboles los sobrepasan.
4. Arquitectura de la copa:Los árboles suelen tener copas muy extendidas que maximizan el área de sus hojas para capturar la luz solar. Estas copas expansivas proporcionan a los árboles una mayor capacidad fotosintética en comparación con los arbustos. Además, los árboles pueden ajustar la arquitectura de su copa en respuesta a señales ambientales, lo que les permite optimizar la captura de luz en diferentes condiciones.
5. Asignación de recursos:los árboles asignan más recursos al crecimiento y la altura que a la reproducción en comparación con los arbustos. Esta inversión en altura y biomasa permite a los árboles superar a los arbustos por espacio y recursos, llegando a darles sombra y sobrepasarlos.
6. Mecanismos de defensa:Los árboles pueden poseer mecanismos de defensa como compuestos químicos, espinas o barreras físicas (por ejemplo, el grosor de la corteza) que los protegen de la herbivoría y la competencia de otras plantas. Estos mecanismos de defensa ayudan a los árboles a sobrevivir y persistir en entornos competitivos.
7. Rotación del dosel:En los ecosistemas forestales, los árboles del dosel eventualmente mueren y crean espacios, permitiendo que la luz llegue al sotobosque. Estos espacios en el dosel brindan una oportunidad para que las plántulas y retoños de árboles se establezcan y crezcan, reemplazando los arbustos y otra vegetación del sotobosque.
Como resultado de estas ventajas competitivas, los árboles pueden gradualmente superar a los arbustos y desplazarse hacia arriba en el dosel, lo que lleva al desarrollo de una estructura forestal estratificada con árboles que dominan las capas superiores del dosel.