Flotabilidad insuficiente de la plataforma de hielo:las cortinas submarinas tienen como objetivo aumentar la flotabilidad de la plataforma de hielo inyectando agua tibia debajo del hielo. Sin embargo, las plataformas de hielo flotantes en la Antártida occidental ya tienen una flotabilidad cercana a la neutralidad, lo que significa que se necesita agua adicional.
Producción y desestabilización del agua de deshielo:la inyección de agua tibia debajo del hielo puede acelerar el derretimiento, particularmente en la interfaz hielo-océano. Esto puede desestabilizar aún más la plataforma de hielo y contribuir a su colapso.
Consecuencias ecológicas no deseadas:la alteración de la temperatura y los patrones de circulación del entorno oceánico puede tener consecuencias ecológicas no deseadas, alterando potencialmente los ecosistemas marinos y afectando a las especies locales.
Factibilidad técnica y costo:construir y desplegar cortinas submarinas a una escala suficiente para impactar los vastos glaciares de la Antártida occidental sería un enorme desafío de ingeniería y requeriría importantes recursos y financiación.
Impacto limitado en las líneas de puesta a tierra:las cortinas submarinas son más efectivas en regiones donde la plataforma de hielo es relativamente poco profunda y está encallada en el fondo marino. Sin embargo, muchos de los glaciares de la Antártida occidental tienen líneas de tierra profundas, donde el hielo está en contacto con el fondo marino a profundidades más allá del alcance de las cortinas submarinas.
En general, si bien las cortinas submarinas pueden tener cierto potencial para mitigar la pérdida de hielo en ciertos lugares específicos, enfrentan desafíos importantes en términos de efectividad, impacto ambiental, viabilidad técnica y rentabilidad general en comparación con otras estrategias para abordar el retroceso de la capa de hielo.