1. Audición binaural: Las aves tienen dos oídos, al igual que los humanos, y utilizan la audición binaural para determinar la dirección de un sonido. La ligera diferencia en el tiempo que tarda una onda sonora en llegar a cada oído proporciona información sobre la ubicación del sonido.
2. Forma de la cabeza: La forma de la cabeza de un pájaro puede influir en su capacidad de localización de sonidos. Muchas aves tienen formas de cabeza asimétricas, con las orejas colocadas en lugares ligeramente diferentes. Esta asimetría ayuda a mejorar la precisión de la localización del sonido.
3. Orejeras: Algunas especies de aves, como los búhos, tienen orejeras especializadas o mechones de plumas alrededor de las orejas. Estas estructuras pueden actuar como espejos acústicos, ayudando a canalizar las ondas sonoras hacia los oídos y mejorando su sensibilidad.
4. Movimientos de la cabeza: Las aves suelen mover la cabeza en un movimiento rápido de exploración cuando intentan localizar una fuente de sonido. Al realizar estos movimientos, pueden recopilar más información sobre las ondas sonoras y refinar su estimación de la dirección del sonido.
5. Procesamiento neuronal: El sistema auditivo de las aves procesa la información recopilada de ambos oídos para determinar la ubicación de un sonido. Los circuitos neuronales especializados en sus cerebros les ayudan a calcular las diferencias en el tiempo de llegada y la intensidad del sonido entre los dos oídos, proporcionando información precisa sobre la fuente del sonido.
6. Asociaciones aprendidas: Las aves también pueden aprender a través de la experiencia a asociar ciertos sonidos con lugares específicos. Por ejemplo, si escuchan con frecuencia un sonido particular proveniente de una dirección determinada, pueden mejorar en identificar esa dirección sin tener que depender únicamente de la audición binaural o los movimientos de la cabeza.
En general, las capacidades de localización de sonidos de las aves son el resultado de una combinación de sus adaptaciones físicas, como la audición binaural y las formas asimétricas de la cabeza, así como de su procesamiento neuronal y asociaciones aprendidas. Estas capacidades les permiten navegar eficazmente en su entorno, localizar presas, detectar depredadores potenciales y comunicarse con otras aves.