La clave de esta técnica radica en las características distintas del plexiglás y el teflón. El plexiglás, también conocido como poli(metacrilato de metilo) o PMMA, es un material termoplástico transparente que presenta una rigidez y resistencia relativamente altas. Por otro lado, el teflón, conocido químicamente como politetrafluoroetileno (PTFE), es un polímero sintético fluorado conocido por su coeficiente de fricción excepcionalmente bajo y sus propiedades antiadherentes.
Cuando estos dos materiales se juntan y configuran cuidadosamente, crean un sistema de fallas simulado que se asemeja mucho al comportamiento de las fallas naturales. El plexiglás sirve como bloque rígido y relativamente inamovible, que representa la roca intacta que rodea la falla. Mientras tanto, el teflón actúa como una interfaz débil y resbaladiza entre los bloques, replicando las condiciones de baja fricción que permiten que las fallas se deslicen y generen terremotos.
Al controlar con precisión las dimensiones, la geometría y las propiedades de la superficie de los componentes de plexiglás y teflón, los científicos pueden crear un sistema de fallas simulado que exhiba un comportamiento de fricción realista y procesos de ruptura dinámicos. Esta configuración permite a los investigadores estudiar diversos aspectos del comportamiento de los terremotos, como el inicio, la propagación y la detención de rupturas, así como la influencia de diferentes propiedades de los materiales y condiciones de contorno.
Además, el uso de plexiglás y teflón permite la observación y medición directa del comportamiento de la falla, lo que sería difícil de lograr en entornos de fallas naturales debido a su inaccesibilidad y naturaleza impredecible. Esta capacidad proporciona información invaluable sobre los mecanismos fundamentales de generación y propagación de terremotos.
En esencia, la combinación de plexiglás y teflón proporciona una poderosa herramienta para simular fallas naturales en el laboratorio, lo que permite a los científicos e ingenieros obtener una mejor comprensión de los fenómenos sísmicos y desarrollar estrategias para mitigar sus impactos en la sociedad y la infraestructura humana.