Un estudio reciente publicado en la revista "Current Biology" ha arrojado nueva luz sobre cómo funciona el DEET. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Rockefeller, encontró que el DEET activa un tipo específico de neurona sensorial en los insectos, provocando que se confundan y desorienten.
Los investigadores se centraron en un tipo de neurona sensorial llamada "neurona receptora olfativa", que es responsable de detectar y responder a los olores. Descubrieron que el DEET activa directamente estas neuronas, incluso en ausencia de olores reales. Esta activación altera la capacidad del insecto para procesar y responder a otros olores, como aquellos que normalmente los atraerían hacia la comida o parejas potenciales.
Según el estudio, el DEET esencialmente "bloquea" el sistema sensorial de los insectos, lo que les dificulta navegar y encontrar el camino hacia un huésped. Esto podría explicar por qué el DEET es tan eficaz para disuadir a los insectos, incluso en concentraciones relativamente bajas.
Los hallazgos de este estudio proporcionan una comprensión más detallada del mecanismo de acción del DEET y podrían conducir al desarrollo de repelentes de insectos nuevos y más eficaces.
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Respuesta original:
El DEET (N,N-dietil-meta-toluamida) es un repelente de insectos ampliamente utilizado que ha sido eficaz contra una variedad de insectos, incluidos mosquitos, garrapatas y pulgas. Si bien no se comprende completamente el mecanismo exacto de cómo funciona el DEET, se han propuesto varias hipótesis:
1. Interferencia olfativa: Se cree que una de las principales formas en que funciona el DEET es interfiriendo con el sistema olfativo del insecto. Los insectos dependen en gran medida de su sentido del olfato para localizar alimento, pareja y huéspedes. Se cree que el DEET enmascara o altera la capacidad del insecto para detectar estos olores importantes, reduciendo así su capacidad para encontrar y acercarse a humanos u otros huéspedes.
2. Irritación por contacto: El DEET también puede actuar como irritante de contacto para los insectos. Cuando el DEET entra en contacto con el cuerpo del insecto, provoca una sensación de malestar o dolor, lo que hace que el insecto evite o se aleje del área tratada.
3. Efectos neurotóxicos: Algunos estudios sugieren que el DEET puede tener efectos neurotóxicos en los insectos. Puede interferir con el funcionamiento normal del sistema nervioso del insecto, afectando su coordinación, movimiento y capacidad para responder a señales ambientales.
4. Alteración del comportamiento alimentario: En algunos casos, se ha descubierto que el DEET altera el comportamiento alimentario de los insectos. Cuando los insectos entran en contacto con DEET, pueden experimentar una disminución del deseo de alimentarse o dificultades para acceder o consumir sus fuentes de alimento preferidas.
5. Efectos combinados: Es probable que la eficacia del DEET como repelente de insectos sea el resultado de una combinación de estos mecanismos. El modo de acción específico puede variar según la especie de insecto, la concentración de DEET y las condiciones ambientales.
Los investigadores estudian y exploran continuamente los mecanismos subyacentes del DEET para comprender mejor sus propiedades repelentes y desarrollar repelentes de insectos más eficaces en el futuro.