Luz: Las plantas necesitan luz para realizar la fotosíntesis, por lo que normalmente crecerán más en respuesta al aumento de los niveles de luz. Esta es la razón por la que las plantas que crecen a la sombra suelen ser más altas y con más piernas que las plantas que crecen a pleno sol.
Agua: Las plantas también necesitan agua para crecer y, a menudo, crecerán más rápido en respuesta a una mayor disponibilidad de agua. Sin embargo, demasiada agua también puede hacer que las plantas se vuelvan largas y débiles.
Nutrientes: Las plantas necesitan nutrientes para crecer y, a menudo, crecerán más rápido en respuesta a una mayor disponibilidad de nutrientes. Sin embargo, un exceso de cualquier nutriente también puede causar problemas, por lo que es importante fertilizar las plantas según sus necesidades individuales.
CO2: Las plantas también necesitan dióxido de carbono para realizar la fotosíntesis y, a menudo, crecerán más rápido en respuesta al aumento de los niveles de CO2. Esta es la razón por la que las plantas cultivadas en invernaderos suelen crecer más rápido que las plantas cultivadas al aire libre.
Genética vegetal: Finalmente, las plantas también tienen factores genéticos que determinan su tamaño. Algunas plantas simplemente se cultivan para que sean más grandes que otras, independientemente de las condiciones ambientales en las que se cultivan.
Además de estas señales externas, las plantas también utilizan señales internas para determinar su tamaño. Estas señales incluyen:
Hormonas: Las plantas producen una variedad de hormonas que ayudan a regular su crecimiento. Algunas de estas hormonas promueven el crecimiento, mientras que otras lo inhiben. El equilibrio entre estas hormonas ayuda a determinar el tamaño que crecerá una planta.
Tamaño de la hoja: El tamaño de las hojas de una planta también influye a la hora de determinar su tamaño. Las plantas con hojas más grandes pueden realizar la fotosíntesis de manera más eficiente, por lo que pueden crecer más que las plantas con hojas más pequeñas.
Grosor del tallo: El grosor del tallo de una planta también influye a la hora de determinar su tamaño. Las plantas con tallos más gruesos pueden soportar más peso, por lo que pueden crecer más que las plantas con tallos más delgados.
Al responder a señales tanto externas como internas, las plantas pueden ajustar su crecimiento y desarrollo al entorno específico en el que crecen.