Los investigadores estudiaron los picos de los pinzones, que han evolucionado hasta adquirir diferentes formas y tamaños para poder comer diferentes tipos de alimentos. Descubrieron que los picos de los pinzones que viven en islas con muchos cactus son más largos y fuertes que los picos de los pinzones que viven en islas sin cactus. Esto se debe a que los cactus tienen cáscaras exteriores duras que los pinzones deben romper para poder comer las semillas.
Los investigadores también descubrieron que los pinzones que viven en islas con muchos pinzones terrestres tienen picos más cortos y puntiagudos que los pinzones que viven en islas sin pinzones terrestres. Esto se debe a que los pinzones terrestres compiten con los pinzones de Darwin por el alimento, y los pinzones de Darwin han desarrollado picos más cortos y puntiagudos para poder alcanzar la comida antes que los pinzones terrestres.
El estudio del Dr. Grant y su equipo proporciona información valiosa sobre cómo divergen las especies. Muestra cómo la selección natural puede actuar sobre diferentes poblaciones de una especie para producir diferentes adaptaciones, que pueden conducir a la evolución de nuevas especies.
Además de los conocimientos que proporciona sobre la evolución, el estudio del Dr. Grant y su equipo también tiene importantes implicaciones para la conservación. Los investigadores descubrieron que los pinzones que viven en islas con muchos cactus tienen más probabilidades de sobrevivir que los pinzones que viven en islas sin cactus. Esto se debe a que los cactus proporcionan una fuente de alimento y agua para los pinzones durante los períodos de sequía. El estudio sugiere que los esfuerzos de conservación deberían centrarse en proteger los hábitats que son importantes para la supervivencia de las especies en peligro de extinción.