El estudio fue publicado en la revista "Nature Neuroscience" e involucró a más de 100 participantes a quienes se les asignó una serie de tareas diseñadas para medir sus niveles de oxitocina y su comportamiento social. Los investigadores descubrieron que las personas con niveles altos de oxitocina tenían más probabilidades de donar dinero a organizaciones benéficas, ayudar a personas necesitadas y confiar en los demás. También eran menos propensos a hacer trampa o robar, incluso cuando había un incentivo financiero para hacerlo.
Estudios anteriores han demostrado que la oxitocina se libera en el cerebro durante las interacciones sociales y el contacto físico, como abrazar o besar. También se sabe que se libera durante la lactancia, el parto y el orgasmo. Esto sugiere que la oxitocina puede desempeñar un papel importante en los vínculos sociales y el comportamiento prosocial.
El nuevo estudio proporciona más evidencia sobre el papel de la oxitocina en el comportamiento humano y sugiere que esta sustancia química puede ser un objetivo potencial para el tratamiento del comportamiento antisocial.