El valor de la naturaleza no puede contarse simplemente por el número de selfies tomados en entornos naturales. La naturaleza tiene un valor intrínseco que va más allá de su atractivo estético y valor turístico. La naturaleza proporciona servicios ecosistémicos esenciales que sustentan la vida humana, como aire limpio, agua, alimentos y regulación del clima. Además, la naturaleza tiene un inmenso significado cultural, espiritual y educativo para personas de todo el mundo. Asignar valor monetario a la naturaleza a través del número de selfies tomadas corre el riesgo de infravalorar su verdadero valor y pasar por alto sus cruciales contribuciones ecológicas y sociales.