Los científicos suelen utilizar el seguimiento acústico para estudiar la vida silvestre. El monitoreo acústico implica registrar y analizar los sonidos producidos por los animales, como vocalizaciones, aleteos o pasos. Este método permite a los científicos detectar la presencia, abundancia y comportamiento de los animales sin observarlos directamente. Al analizar los datos acústicos, los científicos pueden obtener información valiosa sobre la dinámica de la población, el uso del hábitat y los patrones de comunicación de las especies de vida silvestre.