1. Área de superficie reducida:La circuncisión elimina el prepucio, una fina capa de piel que cubre la punta del pene. Debido a que el prepucio proporciona un ambiente húmedo que puede contener una mayor concentración de células diana del VIH, su eliminación disminuye el área potencial para que el virus ingrese al cuerpo durante las relaciones sexuales.
2. Menos células diana:la superficie interna del prepucio contiene una alta densidad de ciertas células inmunes llamadas células de Langerhans, que son los objetivos principales de la infección por VIH. Al extirpar el prepucio, se reduce la cantidad de estas células vulnerables, lo que potencialmente reduce el riesgo de transmisión del VIH.
3. Función de barrera mejorada:Sin el prepucio, el glande (la sensible cabeza del pene) queda expuesto y se vuelve más duro debido al roce frecuente contra la ropa o durante las relaciones sexuales. Este engrosamiento del glande puede actuar como una barrera física más robusta contra microabrasiones o pequeños desgarros en la piel, reduciendo la probabilidad de que el VIH ingrese al cuerpo.
4. Disminución de las infecciones bacterianas:los hombres circuncidados tienen tasas más bajas de ciertas infecciones de transmisión sexual (ITS) causadas por bacterias y otros patógenos. Reducir estas ITS puede disminuir la inflamación en el área genital, lo que potencialmente reduce el riesgo de infección por VIH.
5. Carga viral reducida:Los estudios sugieren que los hombres circuncidados que contraen el VIH pueden tener niveles más bajos del virus en el semen y la sangre. Esta menor carga viral podría disminuir el riesgo de transmitir el virus a sus parejas sexuales.
Es importante señalar que la circuncisión por sí sola no garantiza una protección completa contra el VIH. El uso sistemático y correcto del condón, junto con otras prácticas sexuales seguras, sigue siendo esencial para prevenir la propagación del VIH. Además, la circuncisión femenina, también conocida como mutilación genital femenina (MGF), no tiene ningún efecto protector contra el VIH y se considera ampliamente una práctica nociva y poco ética.