1. Reducir la alteración del suelo:
* Minimizar la labranza o adoptar prácticas sin labranza para mantener intacta la estructura del suelo y reducir la liberación de carbono.
2. Cultivos de cobertura:
* Cultivar cultivos de cobertura fuera de temporada para prevenir la erosión del suelo y aumentar el aporte de materia orgánica.
3. Rotación de cultivos:
* Alternar diferentes tipos de cultivos a lo largo del tiempo para mejorar la salud y la diversidad del suelo.
4. Compost y estiércol:
* Agregue abono o estiércol al suelo para agregar materia orgánica y mejorar la fertilidad del suelo.
5. Biocarbón:
* Incorporar biocarbón al suelo como forma estable de carbono y enmienda del suelo.
6. Agroforestería:
* Integrar árboles o arbustos en los sistemas agrícolas para mejorar la calidad del suelo y el secuestro de carbono.
7. Gestión de pastizales y pastizales:
* La gestión adecuada del pastoreo y la conservación de los pastizales pueden favorecer el almacenamiento de carbono en el suelo.
8. Restauración de Riberas y Humedales:
* Restaurar humedales y áreas ribereñas para mejorar el almacenamiento de carbono y los servicios ecosistémicos.
9. Suelos Urbanos:
* Gestionar los suelos urbanos a través de infraestructura verde y espacios verdes para aumentar el almacenamiento de carbono en las ciudades.
10. Educación y formación:
* Educar a los agricultores, propietarios de tierras y formuladores de políticas sobre la importancia del carbono del suelo y compartir las mejores prácticas.
11. Seguimiento y adaptación:
* Monitorear los niveles de carbono del suelo a lo largo del tiempo y adaptar las prácticas de gestión en función de los resultados.
12. Gestión del agua:
* Aplicar prácticas apropiadas de riego y drenaje para optimizar la retención de humedad del suelo y la actividad microbiana.
13. Fertilizantes reducidos:
* Utilice fertilizantes de manera eficiente y minimice los aportes de nitrógeno para promover el secuestro de carbono microbiano.
Estas estrategias ayudan a generar materia orgánica en el suelo, mejorando la salud del suelo, reduciendo la erosión y mejorando la retención de agua mientras extraen y almacenan carbono de la atmósfera. Al gestionar los suelos de manera sostenible, podemos contribuir a combatir el cambio climático y crear ecosistemas más resilientes.