El festival Pitch Music and Arts en Moyston, Victoria, fue cancelado mientras los asistentes al festival ya estaban en el lugar este fin de semana, luego de que se emitiera una advertencia de peligro extremo de incendio.
Cancelaciones como estas se han vuelto muy familiares.
La industria de la música en vivo y los festivales se enfrenta actualmente a importantes desafíos, incluidas las costosas primas de seguros y la crisis del coste de vida que afecta a la venta de entradas.
En particular, están los desafíos asociados con el cambio climático, a medida que los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes, severos e impredecibles.
Miré las noticias de 2022 y 2023 y encontré al menos 22 festivales de música en Australia cancelados o interrumpidos debido a condiciones climáticas extremas.
Esta tendencia de interrupciones relacionadas con el clima parece ir en aumento:durante los siete años transcurridos entre 2013 y 2019, solo diez festivales de música en Australia se vieron afectados por el clima extremo.
Los impactos climáticos severos en festivales de música y conciertos han variado desde retrasos y cancelaciones hasta la evacuación de lugares y áreas a mitad del festival o a mitad de una actuación. Este será un desafío creciente para la industria.
Esto no se limita a Australia, y no todos los eventos relacionados con el clima extremo resultan en una cancelación. En mi investigación, también analicé dónde y por qué se cancelaban eventos en los Estados Unidos y encontré al menos 21 cancelaciones en 2022-2023.
También encontré casos similares en Nueva Zelanda, Canadá, Reino Unido, España y Países Bajos.
En noviembre, vimos la trágica muerte de un fan debido al calor extremo en la gira Eras de Taylor Swift en Brasil.
Hubo más de 100 hospitalizaciones tras una tormenta de granizo en un concierto de Louis Tomlinson en Colorado el pasado mes de junio.
En una actuación de Taylor Swift en Sydney, los fans fueron evacuados temporalmente y el espectáculo se retrasó debido a la caída de un rayo.
En Australia, el mal tiempo ha provocado recientemente el aplazamiento de grandes eventos como el final abrupto del festival Good Things de Sydney debido a una tormenta en diciembre, y la cancelación del festival Strawberry Fields, previsto para octubre de 2022, debido a las inundaciones en el sur de Nueva Gales del Sur. .
Los fenómenos meteorológicos extremos están estrechamente relacionados con el cambio climático. Es probable que esta tendencia empeore. Australia ha sido testigo de un marcado aumento en la intensidad, frecuencia y duración de las olas de calor en los últimos 67 años, con un repunte significativo observado en las últimas décadas.
Todavía no se ha realizado una auditoría exhaustiva de la huella de carbono de la industria musical australiana, pero sí sabemos cuánto puede contribuir la música a las emisiones de carbono a través de investigaciones en el Reino Unido.
La industria de la música en vivo del Reino Unido produce 405.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año.
Las principales fuentes de estas emisiones son los viajes de la audiencia, que representan el 43%, y las operaciones de locales de música en vivo, que contribuyen con otro 23%. Esto significa que casi tres cuartas partes de las emisiones de la industria están relacionadas con actuaciones de música en vivo.
El DJ de gira promedio es responsable de 35 toneladas de CO₂ al año, más de 15 veces el presupuesto de carbono personal recomendado para individuos y casi ocho veces el promedio.
Solo en 2019, 1000 DJs de gira realizaron más de 51 000 vuelos alrededor del mundo, generando tanto CO₂ como más de 20 000 hogares.
Hay signos de una creciente conciencia dentro de la industria de la música en vivo hacia la mitigación del impacto ambiental.
El sector de la música en vivo del Reino Unido se ha comprometido a alcanzar emisiones netas cero para 2030.
En Australia, Woodford Folk Festival y WOMADelaide han prohibido los plásticos de un solo uso y promueven el reciclaje para minimizar los residuos.
La industria de la música en vivo puede reducir su impacto ambiental adoptando más energía renovable y utilizando opciones de transporte sostenibles para artistas y público.
Involucrar al público en los esfuerzos de sostenibilidad, como incentivar las contribuciones de compensación de carbono, también puede amplificar el impacto.
Otras preocupaciones ambientales en los festivales son menos obvias pero también importantes. Los asistentes suelen disfrutar usando brillantina, sin darse cuenta de que está hecha de microplásticos. Cambiar a purpurina biodegradable es una solución práctica.
Los festivales también ven desperdicios de equipos de campamento abandonados de baja calidad. Estas tiendas y accesorios de un solo uso contribuyen a la degradación ambiental y crean desafíos en la gestión de residuos. Es necesario hacer más esfuerzos para educar a los asistentes sobre la importancia de las prácticas de acampada sostenibles y fomentar el uso de equipo de acampada reutilizable de alta calidad.
La plantación de árboles se ha convertido en una estrategia popular entre los festivales de música y las bandas para compensar su huella de carbono y contribuir positivamente al medio ambiente.
Incorporar compensaciones de carbono en el precio de las entradas u ofrecerlas como opciones voluntarias presenta una estrategia para que festivales y artistas mitiguen su impacto ambiental.
Desafíos como el aumento de los costos de la cadena de suministro y el costo de vida están poniendo a prueba la viabilidad de los festivales. En medio de estos desafíos, el clima severo puede introducir incertidumbres adicionales.
Es importante que la industria de eventos y los asistentes a festivales reconozcan sus contribuciones a estos crecientes desafíos y tomen medidas proactivas para hacer festivales de música más ecológicos.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.