Los modelos del ciclo global del carbono suelen incluir plantas, microbios, suelo y atmósfera. Pero es posible que estén dejando de lado una variable importante:los animales, desde las lombrices de tierra hasta los elefantes, pueden tener una influencia significativa, aunque hasta ahora poco estudiada, en la forma en que se captura y almacena el carbono en los ecosistemas.
Un nuevo marco teórico, publicado en el Journal of Geophysical Research:Biogeosciences de Matteo Rizzuto y sus colegas, ofrece una hoja de ruta para incluir animales en los modelos del ciclo del carbono. Su trabajo muestra que agregar tanto herbívoros como depredadores a tales modelos altera significativamente tanto la cantidad como la dinámica del ciclo del carbono.
Los investigadores argumentan que los modelos futuros de la dinámica del carbono, importantes para comprender el cambio climático y diseñar proyectos de secuestro de carbono basados en la naturaleza, también deberían tener en cuenta a los animales.
Los animales afectan el ciclo del carbono directamente al comer plantas o al comer otros animales que comen plantas. Al producir residuos, respirar e incluso pisotear las hojas del suelo del bosque, también aceleran indirectamente el ritmo al que se reciclan los nutrientes (incluido el carbono). En general, los autores encontraron, en promedio, un aumento del doble en el secuestro de carbono del ecosistema cuando se incluyeron animales en su modelo del ciclo del carbono.
Al combinar un modelo de compartimento del ecosistema (que considera los compartimentos tróficos microbianos de plantas, animales y suelos) con un enfoque tradicional de modelado de carbono, los autores encontraron aumentos notables tanto en la productividad primaria (es decir, el crecimiento de las plantas) como en el secuestro de carbono, así como cambios en dinámica del ciclo del carbono, cuando se incluyen animales en los modelos de carbono.
Es importante destacar que estos efectos pueden ser complejos y están mediados por ciclos de retroalimentación que aún no se comprenden completamente. Por ejemplo, un escenario que incluye herbívoros pero no depredadores mostró los niveles más altos de secuestro de carbono. Agregar depredadores disminuyó el secuestro general de carbono, aunque siguió siendo mayor que en un escenario sin animales.
Agregar animales a los modelos del ciclo del carbono conduce a un "recableado" significativo del ciclo del carbono que requerirá más estudios para comprenderlo mejor, concluyen los autores. Distinguir entre tipos de herbívoros y depredadores, así como agregar dinámicas de comportamiento animal específicas del ecosistema a los modelos, podría ayudar a perfeccionar los modelos en el futuro.
Este tipo de trabajo podría informar futuras propuestas de secuestro de carbono basadas en la naturaleza y resaltar la importancia de los animales de todo tipo para combatir el cambio climático.
Más información: Matteo Rizzuto et al, Reconexión del ciclo del carbono:un marco teórico para el secuestro de carbono en ecosistemas impulsados por animales, Revista de investigación geofísica:biogeociencias (2024). DOI:10.1029/2024JG008026
Proporcionado por la Unión Geofísica Estadounidense
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía de Eos, organizada por la Unión Geofísica Estadounidense. Lea la historia original aquí.