Gran parte del agua de la Tierra está oculta a cientos de metros bajo nuestros pies, entre partículas del suelo y en lo profundo de los poros y fracturas de las rocas.
La minería, la producción de petróleo y gas, los pozos de agua y otras actividades humanas implican extraer diversos fluidos del suelo o inyectarlos en él. Se ha prestado mucha atención al costo que estos procesos tienen en las aguas subterráneas poco profundas y en el ciclo del agua. Pero se sabe menos sobre cómo estas actividades afectan el subsuelo profundo (de 500 metros a varios kilómetros de profundidad), gran parte del cual anteriormente estuvo aislado durante períodos de tiempo geológico muy largos.
En un nuevo estudio en El futuro de la Tierra , Ferguson y sus colegas ilustran cómo las tasas de flujo de fluidos subterráneos profundos asociados con actividades humanas como la producción de petróleo y gas probablemente ya superan los flujos naturales a estas profundidades a escala global. Si dichas actividades se expanden como se espera, esta tasa aumentará sustancialmente, lo que significa que el flujo de fluido antropogénico probablemente dejará una huella duradera en el registro geológico.
Gran parte de esta futura expansión de la actividad humana se concretará en la extracción de litio de salmueras profundas del subsuelo, la producción de energía geotérmica y el intento de capturar y secuestrar carbono, todo lo cual implica inyectar grandes cantidades de fluido en las profundidades del subsuelo.
Los efectos potenciales del dramático aumento del flujo de fluidos en las profundidades del subsuelo aún no están claros. El subsuelo se ha considerado durante mucho tiempo un recurso valioso, pero cada vez se reconoce más su conexión con el sistema terrestre más amplio.
Una consideración importante son las comunidades microbianas que viven en estos ambientes profundos, algunas de las cuales han coevolucionado con sus entornos rocosos durante decenas de millones de años y que en conjunto representan aproximadamente el 15% de la biomasa total de la Tierra.
De hecho, los microbios profundos afectan muchos procesos industriales al alterar la química del petróleo y otros productos. Algunas empresas inyectan deliberadamente sustancias que estimulan o suprimen las actividades microbianas profundas del subsuelo para mejorar la calidad o cantidad de sus productos.
Los autores piden que se realicen más investigaciones sobre cómo las actividades humanas perturban el subsuelo profundo porque una mejor comprensión podría, en última instancia, ayudar a minimizar los efectos nocivos.
Más información: Grant Ferguson et al, Aceleración de flujos de fluidos subterráneos profundos en el Antropoceno, El futuro de la Tierra (2024). DOI:10.1029/2024EF004496
Información de la revista: El futuro de la Tierra
Proporcionado por Eos
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía de Eos, organizada por la Unión Geofísica Estadounidense. Lea la historia original aquí.