Se ha vuelto común leer que los microplásticos (pequeños trozos de plástico, más pequeños que el borrador de un lápiz) están apareciendo en todas partes y en todo, incluidos los océanos, las tierras de cultivo, los alimentos y los cuerpos humanos. Ahora un nuevo término está ganando atención:nanoplásticos. Estas partículas son incluso más pequeñas que los microplásticos:tan pequeñas que son invisibles a simple vista.
Los nanoplásticos son un tipo de microplástico que se distingue por su tamaño extremadamente pequeño. Los microplásticos suelen tener menos de 5 milímetros de ancho; Los nanoplásticos tienen entre 1 y 1.000 nanómetros de diámetro. En comparación, un cabello humano promedio tiene aproximadamente entre 80.000 y 100.000 nanómetros de ancho.
Los nanoplásticos están generando una creciente preocupación gracias a los recientes avances tecnológicos que han hecho que los investigadores sean más capaces de detectarlos y analizarlos. Su tamaño más pequeño significa que se transportan más fácilmente a largas distancias y a entornos más diversos que los microplásticos. Pueden penetrar más fácilmente en las células y tejidos de los organismos vivos, lo que podría provocar efectos toxicológicos diferentes y más agudos.
Estudios realizados en los últimos dos años han encontrado nanoplásticos en la sangre humana, en las células del hígado y los pulmones y en los tejidos reproductivos como la placenta y los testículos. En todo el mundo se han encontrado nanoplásticos en el aire, el agua de mar, la nieve y el suelo.
Ya sabemos que los microplásticos están presentes desde las alturas del Monte Everest hasta las profundas fosas oceánicas. Ahora hay cada vez más pruebas de que los nanoplásticos prevalecen más que los microplásticos más grandes en el medio ambiente.
Los nanoplásticos se crean cuando productos cotidianos como ropa, envases de alimentos y bebidas, muebles para el hogar, bolsas de plástico, juguetes y artículos de tocador se degradan. Esto puede deberse a factores ambientales como la luz solar o el desgaste por acción mecánica. Muchos productos de cuidado personal, como exfoliantes y champús, también pueden liberar nanoplásticos.
Al igual que las partículas de plástico más grandes, los nanoplásticos pueden provenir de una variedad de tipos de polímeros, incluidos polietileno, polipropileno, poliestireno y cloruro de polivinilo. Debido a que los productos plásticos se utilizan ampliamente, es difícil evitar los nanoplásticos en nuestra vida diaria.
Cuando los plásticos alcanzan la nanoescala, presentan preguntas y desafíos únicos debido a su pequeño tamaño y las diferentes propiedades y composición de su superficie. Dado que los nanoplásticos son pequeños, pueden penetrar fácilmente en las células y tejidos que las partículas más grandes no pueden. Si se acumulan dentro de organismos vivos, podrían causar efectos biológicos adversos.
Proporcionado por The Conversation
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