Resulta que los plásticos en el océano hacen más que asfixiar a las tortugas, los peces y otras especies marinas.
Un nuevo estudio del que es coautor el investigador de Northeastern, Aron Stubbins, muestra que los microplásticos pueden reducir la capacidad del océano para ayudar a compensar la crisis climática al desacelerar la velocidad a la que se extrae carbono de la superficie del mar a las profundidades.
Durante milenios, el océano ha sido parte de un proceso de sumidero de carbono en el que el fitoplancton muerto se agrupa y cae a las profundidades del océano en lluvias de lo que parece "nieve marina", dice Stubbins, profesor de ciencias marinas y ambientales.
El secuestro de carbono resultante es una versión marina de cómo los árboles y las plantas de la Tierra terrestre toman carbono de la atmósfera y lo almacenan en el suelo, afirma.
Pero una investigación de Northeastern muestra que los microplásticos en el océano están ralentizando el proceso al hacer que la "nieve marina" sea más flotante, dice Stubbins.
"Los plásticos quieren flotar. Si el fitoplancton crece sobre microplásticos en biopelículas, en lugar de como organismos vivos libres, eso cambia la flotabilidad del fitoplancton cuando muere", dice Stubbins.
"Básicamente, los plásticos están ralentizando el ritmo de hundimiento de la nieve marina, lo que potencialmente reduce la eficiencia con la que el océano puede eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera", afirma.
Para el estudio publicado en Marine Chemistry , los investigadores cultivaron el diminuto plancton unicelular en tanques con y sin exposición a microplásticos.
Luego llevaron a cabo su propia versión de una carrera hasta el fondo.
Los investigadores colocaron los grupos regulares de fitoplancton en un cilindro medidor lleno de agua de mar y colocaron el fitoplancton entrelazado con microplásticos en otro cilindro.
Más información: Kai Ziervogel et al, Interacciones microbianas con microplásticos:conocimientos sobre el ciclo del carbono plástico en el océano, Química marina (2024). DOI:10.1016/j.marchem.2024.104395
Proporcionado por la Universidad Northeastern
Esta historia se republica por cortesía de Northeastern Global News news.northeastern.edu.