La contaminación del entorno en el que vives puede estar enfermando. Un contaminante puede venir en forma de un gas, líquido o sólido e incluso puede estar presente en su hogar. Los profesionales de la salud le aconsejan que conozca su entorno y las posibles sustancias tóxicas que son productos de la contaminación, ya que pueden causar numerosos problemas de salud, incluidas enfermedades que amenazan la vida.
Fuentes de contaminación
Hay numerosos tipos de contaminación de fuentes interiores y exteriores. Los ejemplos de contaminación interior incluyen formaldehído, moho, monóxido de carbono y humo de tabaco. Ejemplos de contaminación al aire libre incluyen benceno, monóxido de azufre, dióxido de nitrógeno, ozono y ácido clorhídrico de operaciones industriales. Estos contaminantes generalmente ingresan al sistema del cuerpo humano a través de la piel, los ojos, los oídos, la nariz y /o la boca. Cada una de estas sustancias representa una amenaza importante para la salud humana, que provoca desde enfermedades repentinas agudas hasta enfermedades crónicas a largo plazo e incluso la muerte.
Sistema respiratorio
El sistema respiratorio está compuesto de órganos que funcionan para inhalar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono. La contaminación que incluye partículas diminutas tales como polvos y desechos menores de 2.5 micrómetros de diámetro puede inhalarse profundamente en los pulmones. Una vez que se inhala una toxina, puede causar daño inmediato a los pulmones e incluso circular a la corriente sanguínea. Las condiciones de salud existentes, como el asma, también pueden verse exacerbadas por la exposición a irritantes respiratorios como el ozono y el monóxido de azufre. La exposición continua a los contaminantes respiratorios puede provocar bronquitis crónica, daño tisular y cáncer.
Sistema circulatorio
El sistema circulatorio incluye el corazón, la sangre y los vasos sanguíneos. La sangre juega un papel vital en el transporte de nutrientes, la evacuación de desechos, la regulación de la temperatura corporal y la respuesta inmune. Cuando la contaminación tóxica ingresa al torrente sanguíneo, los resultados pueden ser devastadores. El benceno es un contaminante común de la producción de petróleo y gas, e incluso en pequeñas cantidades se ha relacionado con el cáncer de la sangre llamado Leucemia. La investigación también ha vinculado el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre, el plomo y el ozono a ritmos cardíacos anormales, constricción arterial, respuestas inflamatorias anormales y enfermedades del corazón.
Sistema nervioso
El sistema nervioso sirve como el sistema de control del cuerpo y está formado por el cerebro, la médula espinal y los nervios. Cuando los contaminantes ingresan al cuerpo humano pueden causar acciones anormales en el sistema nervioso, como la activación de respuestas inmunes innecesarias. Según el Instituto Nacional de Salud, la contaminación del aire se ha asociado con apoplejía, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y otros trastornos cerebrales.
Reproducción
La contaminación es especialmente peligrosa durante el embarazo y la primera infancia. Durante el embarazo, el crecimiento celular rápido y crítico ocurre en el feto. Este período de crecimiento celular puede verse afectado adversamente cuando se expone a la contaminación, como altos niveles de monóxido de carbono y ozono. Los contaminantes del aire se han relacionado con bajo peso al nacer y defectos congénitos del corazón. Un reciente estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford determinó que los contaminantes del aire en los vehículos también estaban relacionados con malformaciones del cerebro y la columna vertebral.