La contaminación del suelo puede tomar muchas formas. Puede ser el resultado de la contaminación del aire o del agua que se deposita en la capa superior del suelo, o puede provenir del enterramiento intencional de sustancias tóxicas en un intento de mitigar sus efectos nocivos. Los plaguicidas, los desechos radiactivos, los hidrocarburos, los desechos orgánicos, el plomo y los metales pesados pueden causar contaminación del suelo, y cada uno de estos contaminantes puede tener efectos a largo plazo sobre el ecosistema y el medio ambiente en general.
Efectos a largo plazo
Uno de los problemas más importantes con la contaminación del suelo es que este tipo de contaminación puede tener efectos a largo plazo. El flujo natural de agua en un río diluirá y dispersará cualquier sustancia tóxica vertida en la vía fluvial, y los contaminantes del aire pueden desaparecer con el primer viento fuerte y constante. Los contaminantes del suelo, por otro lado, pueden permanecer en una región durante años o incluso décadas, envenenando generación tras generación de cada ser vivo que se encuentra en el área afectada. Por ejemplo, el auge de los productos para el hogar con aumento de radio a principios del siglo XX hizo que algunas casas y jardines estuvieran tan contaminados con radioactividad que los niveles de radiación se mantengan notablemente elevados más de un siglo después.
Crecimiento de plantas
Una planta normalmente absorbe nutrientes y otras sustancias del suelo en el que crece. Por ejemplo, las cebollas Vidalia son más dulces que otras variedades debido al contenido anormalmente bajo de azufre en el suelo alrededor de Vidalia, Georgia. Sin embargo, cuando una planta crece en suelo contaminado, puede absorber algunos de esos contaminantes en sí misma, causando anormalidades en el crecimiento e incluso creando frutas y vegetales tóxicos. Un exceso de sales en el suelo puede incluso prevenir el crecimiento de las plantas, volviendo un área estéril hasta que la salinidad del suelo regrese a la normalidad.
Escorrentía
La contaminación del suelo también puede convertirse en contaminación del agua debido a lluvia y escorrentía agrícola. Cuando los contaminantes en el suelo se lavan en los ríos, pueden tener una variedad de efectos diferentes. Los pesticidas pueden matar la vida microbiana, insectos e incluso formas de vida más grandes si están presentes en concentraciones suficientemente altas. El suelo contaminado por exceso de nitratos de las operaciones agrícolas puede desencadenar la proliferación de algas, proporcionando los nutrientes necesarios para generar grandes colonias de formas de vida que agotan el oxígeno y a veces tóxicas.
Tabla de agua
Los contaminantes del suelo también pueden encontrar su camino a la mesa de agua. Los grandes acuíferos subterráneos almacenan la mayor parte del agua dulce del planeta, y las aguas superficiales migran de forma natural hacia y desde estos embalses como parte del ciclo del agua. Sin embargo, cuando el agua pasa a través del suelo contaminado, puede llevar algunas de esas sustancias tóxicas al acuífero. Esto puede potencialmente contaminar contaminantes en un área grande porque un solo acuífero puede alimentar fuentes de agua en varios estados diferentes. También puede tomar muchos años para que el agua se filtre a través de un sistema acuífero, lo que significa que un solo incidente de contaminación podría tener efectos muy lejanos en el futuro.