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Cuando las plantas absorben este gas para crecer, lo sacan de la atmósfera y queda secuestrado en sus ramas, tronco o raíces. Un artículo publicado hoy en Ciencias muestra que este efecto fertilizante del CO 2 está disminuyendo en todo el mundo, según el texto codirigido por el profesor Josep Peñuelas del CSIC en el CREAF y el profesor Yongguan Zhang de la Universidad de Nanjin, con la participación de los investigadores del CREAF Jordi Sardans y Marcos Fernández. El estudio, llevado a cabo por un equipo internacional, Concluye que la reducción ha llegado al 50% de forma progresiva desde 1982 debido básicamente a dos factores clave:la disponibilidad de agua y nutrientes.
"No hay ningún misterio sobre la fórmula, las plantas necesitan CO 2 , agua y nutrientes para crecer. Por mucho que el CO 2 aumenta, si los nutrientes y el agua no aumentan en paralelo, las plantas no podrán aprovechar el aumento de este gas ", explica el profesor Josep Peñuelas. De hecho, hace tres años el profesor Peñuelas ya advertía en un artículo en Ecología y evolución de la naturaleza que el efecto fertilizante del CO 2 no duraría para siempre, que las plantas no pueden crecer indefinidamente, porque hay otros factores que los limitan.
Si la capacidad fertilizante del CO 2 disminuye, Habrá fuertes consecuencias sobre el ciclo del carbono y, por tanto, sobre el clima. Los bosques han recibido un verdadero CO 2 bonificación por décadas, lo que les ha permitido secuestrar toneladas de dióxido de carbono que les permitió hacer más fotosíntesis y crecer más. De hecho, este mayor secuestro ha logrado reducir el CO 2 acumulado en el aire, pero ahora se acabó. Estos resultados sin precedentes indican que la absorción de carbono por la vegetación comienza a saturarse. Esto tiene implicaciones climáticas muy importantes que deben tenerse en cuenta en las posibles estrategias y políticas de mitigación del cambio climático a nivel mundial. La capacidad de la naturaleza para secuestrar carbono está disminuyendo y con ello está aumentando la dependencia de la sociedad de las estrategias futuras para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, "advierte Josep Peñuelas.
El estudio publicado en Ciencias se ha realizado mediante satélite, atmosférico, Ecosistema y modelado de información. Destaca el uso de sensores que utilizan infrarrojo cercano y fluorescencia y, por lo tanto, son capaces de medir la actividad de crecimiento de la vegetación.
Menos agua y nutrientes
De acuerdo a los resultados, la falta de agua y nutrientes son los dos factores que reducen la capacidad de CO 2 para mejorar el crecimiento de las plantas. Para llegar a esta conclusión, el equipo se basó en datos obtenidos de cientos de bosques estudiados durante los últimos 40 años. "Estos datos muestran que las concentraciones de nutrientes esenciales en las hojas, como nitrógeno y fósforo, también han disminuido progresivamente desde 1990, "explica el investigador Songhan Wang, el primer autor del artículo.
El equipo también ha descubierto que la disponibilidad de agua y los cambios temporales en el suministro de agua juegan un papel importante en este fenómeno. "Hemos descubierto que las plantas ralentizan su crecimiento, no solo en tiempos de sequía, pero también cuando hay cambios en la estacionalidad de las lluvias, que está sucediendo cada vez más con el cambio climático, "explica el investigador Yongguan Zhang.