Crédito:contiene datos de Copernicus Sentinel modificados (2019), procesado por la ESA, CC BY-SA 3.0 OIG
La misión Copernicus Sentinel-2 nos lleva sobre el lago Tai, el tercer lago de agua dulce más grande de China. El lago, también conocido como lago Taihu, se encuentra en la provincia de Jiangsu y tiene aproximadamente 70 km de largo y 60 km de ancho, con una profundidad de agua promedio de aproximadamente dos metros. El lago descarga sus aguas a través de Wusong, Liu, Huangpu y varios otros ríos.
La cuenca de Tai es una región muy desarrollada en China, e incluye las megaciudades de Suzhou, visible al este del lago, Wuxi, visible al norte del lago, y el cercano Shanghai. En las ultimas decadas, urbanización rápida, el crecimiento de la población y la piscicultura excesiva han provocado la eutrofización, donde el lago se enriquece con minerales y nutrientes.
El aumento de nutrientes deteriora la calidad del agua del lago provocando que se formen floraciones de algas tóxicas en la superficie del lago, lo que amenaza la calidad de millones de personas que dependen del lago como fuente de agua potable.
En 2007, las floraciones de algas fueron tan graves que el brote se declaró una emergencia sanitaria. Se suspendieron los suministros de agua a Wuxi, dejando a dos millones de residentes sin agua potable durante varias semanas.
En esta imagen capturada el 24 de mayo de 2019, las aguas infestadas de algas son claramente visibles.
Se han reportado floraciones de algas en el lago desde la década de 1980. Se han realizado muchos intentos para salvar la calidad del agua del lago, incluida la eliminación de las algas, cierre de plantas químicas y de fabricación cerca de Tai y regulaciones más estrictas para el tratamiento del agua.
Sin embargo, el lago sigue estando muy contaminado. Agricultura, las aguas residuales y la fabricación todavía afectan las aguas del lago, sobrecargándolas de nutrientes.
Sentinel-2 es una misión de dos satélites para proporcionar la cobertura y la entrega de datos necesarios para el programa Copernicus de Europa. Las frecuentes visitas de la misión a la misma zona y la alta resolución espacial permiten supervisar de cerca los cambios en las masas de agua continentales.