Visualización de un incendio propagado en VisualSEVEIF. Crédito:Universidad de Córdoba
Altas temperaturas y poca humedad:se acerca el verano y con él la temporada de incendios. La escasez de precipitaciones también hace que 2019 sea un año caracterizado por el riesgo, entonces algunas regiones españolas, como las Islas Baleares, han tomado medidas rápidas y ya han comenzado sus operaciones de prevención. Según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada año hay una media de 12, 000 incendios y brotes, afectando a más de 100, 000 hectáreas de bosque. Esto significa no solo un enorme daño al medio ambiente, sino también a la economía.
Las evaluaciones de los impactos de los incendios forestales tienden a subestimar sus repercusiones económicas, ya que solo tienen en cuenta la pérdida de recursos tangibles; los que se pueden comprar y vender, como la madera, césped, frutas e incluso animales que se cazan. Sin embargo, gracias a la investigación sobre economía ambiental, también están comenzando a medir los recursos intangibles de los bosques; es decir, aquellos que no están involucrados en el mercado tradicional de compra y venta.
Hasta hace poco, el valor de los bosques para el esparcimiento y la recreación humana, por su belleza como paisajes, y por su fijación de carbono (la capacidad de un bosque para transformar CO 2 en materia orgánica) no se tuvieron en cuenta al medir el impacto económico de un incendio forestal.
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba trabaja en una herramienta visual para determinar el comportamiento de un incendio en una zona, y medir las pérdidas económicas que ocasiona de forma más precisa, evaluando no solo los recursos tangibles, pero también los intangibles. Esta herramienta es el programa Visual Seveif, utilizado para la medición del impacto económico de los incendios forestales, que ha estado en desarrollo durante los últimos años. Cada una de las variables y ecuaciones que se incorporan a la herramienta para evaluar el impacto económico están respaldadas por investigaciones científicas. La última variable es la fijación de carbono.
Para generar esta ecuación que mide las pérdidas económicas en relación con la fijación de carbono de un bosque, se analizaron dos incendios diferentes, según lo publicado por el grupo de investigación integrado por los profesores de la Universidad de Córdoba Francisco Rodríguez Silva, Miguel Ángel Herrera, y Juan Ramón Molina, en el diario Revisión de la evaluación de impacto ambiental . El primero de estos incendios tuvo lugar en 2011, en Cerro Vértice, en la provincia de Córdoba, devastando más de 140 hectáreas de matorral, bosques de pinos y pastos. El segundo se inició con el accidente de un avión militar en Cañadas Catena, en Jaén, donde ardieron más de 200 hectáreas de denso pinar.
Se tomaron en cuenta múltiples variables, como el valor del carbono, la capacidad de fijación de carbono de cada una de las especies, la edad de los árboles, e incluso los años de explotación estipulados en el plan de manejo forestal. Pero estas pérdidas económicas de un incendio hasta ahora nunca se han contabilizado por completo; también dependen de la duración del incendio y su intensidad. En el programa Visual Seveif, todo esto está contabilizado, con el objetivo de estimar el impacto económico con la mayor precisión posible.
Esta herramienta ya se está utilizando en varios campos de la investigación científica y también en la gestión directa del fuego. El siguiente paso es convertir este software en una plataforma web para facilitar el acceso de los usuarios y realizar cálculos rápidamente. para ayudar a identificar y priorizar áreas para actividades de restauración y optimizar la asignación de recursos.