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La ola de calor mundial de este verano hace que 2018 sea un año particularmente caluroso. Y los próximos años serán similares según un estudio dirigido por Florian Sévellec, investigador del CNRS en el Laboratorio de Física Oceánica y Teledetección (LOPS) (CNRS / IFREMER / IRD / Universidad de Brest) y en la Universidad de Southampton, y publicado en la edición del 14 de agosto de 2018 de Comunicaciones de la naturaleza . Usando un nuevo método, el estudio muestra que a nivel mundial, 2018-2022 puede ser un período aún más caluroso de lo esperado según el calentamiento global actual.
El calentamiento causado por las emisiones de gases de efecto invernadero no es lineal. Parece haber caducado a principios del siglo XXI, un fenómeno conocido como pausa del calentamiento global. Un nuevo método para predecir temperaturas medias, sin embargo, sugiere que los próximos años probablemente serán más calurosos de lo esperado.
El sistema, desarrollado por investigadores del CNRS, la Universidad de Southampton y el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, no utiliza técnicas de simulación tradicionales. En lugar de, aplica un método estadístico para buscar simulaciones climáticas de los siglos XX y XXI realizadas utilizando varios modelos de referencia para encontrar "análogos" de las condiciones climáticas actuales y deducir posibilidades futuras. La precisión y confiabilidad de este sistema probabilístico resultó ser al menos equivalente a los métodos actuales, particularmente con el propósito de simular la pausa del calentamiento global de principios de este siglo.
El nuevo método predice que la temperatura media del aire puede ser anormalmente alta en 2018-2022, más alta que las cifras inferidas solo del calentamiento global antropogénico. En particular, esto se debe a la baja probabilidad de que se produzcan episodios de frío intenso. El fenómeno es aún más destacado con respecto a las temperaturas de la superficie del mar, debido a una alta probabilidad de eventos de calor, cuales, en presencia de ciertas condiciones, puede causar un aumento en la actividad de tormentas tropicales.
Una vez que se 'aprende' el algoritmo (un proceso que toma unos minutos), las predicciones se obtienen en unas pocas centésimas de segundo en una computadora portátil. En comparación, las supercomputadoras requieren una semana utilizando métodos de simulación tradicionales.
Por el momento, el método solo arroja un promedio general, pero a los científicos ahora les gustaría adaptarlo para hacer predicciones regionales y, además de las temperaturas, estimar las tendencias de precipitación y sequía.