* Erosión: Cuando el viento, el agua y el hielo se erosionan las montañas y otras áreas altas, el peso de la corteza se reduce, lo que le permite recuperarse hacia arriba. Sin embargo, en áreas donde la erosión es más rápida que la elevación, la corteza puede disminuir.
* sedimentación: La deposición de sedimentos como la arena, el limo y la arcilla en la superficie de la tierra agrega peso a la corteza, lo que hace que se hunda. Este es un fenómeno común en áreas como los deltas de los ríos y las llanuras costeras.
* Actividad volcánica: El peso de las erupciones volcánicas masivas puede hacer que la corteza circundante disminuya. Esto es particularmente notable en áreas como Calderas, que son depresiones grandes y hundidas formadas después de la erupción de un volcán.
* Carga glacial y rebote: Durante el último período glacial, vastas capas de hielo pesaron por la corteza terrestre. A medida que estos glaciares se derritieron, la corteza se recuperó hacia arriba en un proceso conocido como rebote posglacial. Sin embargo, las áreas que no estaban directamente debajo de las capas de hielo pueden experimentar el hundimiento debido a la redistribución del peso.
* Actividad tectónica: Mientras que las fuerzas tectónicas se asocian principalmente con la elevación y la construcción de montaña, ciertos movimientos tectónicos pueden conducir al hundimiento. Esto puede ocurrir debido al estiramiento y el adelgazamiento de la corteza, o al movimiento hacia abajo de las placas a lo largo de las fallas.
Es importante tener en cuenta que el hundimiento es un proceso gradual que a menudo ocurre durante largos períodos. Tampoco siempre es un fenómeno negativo. Si bien el hundimiento puede causar problemas como inundaciones e inestabilidad de la tierra, también es una parte natural de los procesos geológicos dinámicos de la Tierra.