1. Corrientes de convección: El manto es increíblemente caliente, y este calor proviene del núcleo de la tierra. Este calor crea corrientes de convección , que son como ríos gigantes y lentos de roca fundida. Estas corrientes aumentan como material caliente y menos denso, y se hunden como material más fresco y más denso. Este movimiento es crucial para:
* Tectónica de placas: Las corrientes de convección impulsan el movimiento de las placas tectónicas, que son las "piezas" de la corteza terrestre. Este movimiento hace que los continentes colisionen, se separen y subieran (una placa deslizándose bajo otra), todo lo cual juega un papel clave en el ciclo de roca.
* Generación de magma: El calor creciente de las corrientes de convección puede derretir la roca que rodea, creando magma. Este magma se eleva a la superficie a través de erupciones volcánicas o forma rocas ígneas bajo tierra.
2. Presión y temperatura: La intensa presión y el calor dentro del manto pueden transformar rocas de varias maneras:
* metamorfismo: Las rocas existentes (ígadas, sedimentarias o incluso otras rocas metamórficas) pueden cambiarse por el intenso calor y la presión. Este proceso crea rocas metamórficas, que tienen una textura diferente, composición mineral y, a veces, incluso una estructura diferente a la roca original.
* Fusión y solidificación: A profundidades aún mayores, la presión y el calor son tan intensos que las rocas pueden derretirse en el magma. Cuando este magma se enfría y se solidifica, forma rocas ígneas.
Estos dos factores trabajan juntos para impulsar el ciclo continuo de transformación de rocas en la Tierra.