1. Dureza y durabilidad: Quartz tiene una dureza de los MOHS de 7, lo que lo hace muy resistente a la meteorización y la erosión. Puede sobrevivir al viaje desde su roca fuente hasta la cuenca sedimentaria, a diferencia de los minerales más suaves que tienen más probabilidades de descomponerse.
2. Estabilidad química: El cuarzo es químicamente inerte y no reacciona fácilmente con otras sustancias. Es resistente a la disolución y alteración, incluso en ambientes ácidos.
3. Abundancia en rocas fuente: El cuarzo es un mineral común en rocas ígneas y metamórficas, que son las principales fuentes de detritos para rocas sedimentarias.
4. Resistencia a la meteorización mecánica: El cuarzo es resistente a la descomposición física, como la abrasión y el impacto. Puede soportar las fuerzas de rectificado y aplastamiento del transporte y deposición.
5. Fracturación y fragmentación: El cuarzo puede fracturarse en formas irregulares, lo que le permite que se ajuste bien y cree un marco fuerte dentro del sedimento.
6. Transporte y deposición: La durabilidad del cuarzo permite que sea transportado largas distancias por viento, agua o hielo. Esto significa que se puede depositar en una amplia gama de entornos sedimentarios.
7. Estructura cristalina: La estructura cristalina de cuarzo es muy estable y resistente a los cambios en la temperatura y la presión. Esto le permite persistir a través de los procesos diagenéticos que transforman el sedimento en roca.
Estos factores se combinan para hacer de cuarzo el mineral más resistente y abundante en rocas sedimentarias detríticas. Si bien otros minerales podrían estar presentes en la roca fuente, es menos probable que sobrevivan al viaje y se conserven en el sedimento final.