Estas placas son grandes y rígidas losas de roca que forman la capa más externa de la Tierra (la litosfera). Ellos "flotan" en la astenosfera semi-moldea y se mueven muy lentamente (unos pocos centímetros por año) debido a las corrientes de convección en el manto. La interacción de estas placas en sus límites es responsable de muchos de los fenómenos geológicos más dramáticos de la Tierra, como terremotos, volcanes y cadenas montañosas.